jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Puede equivocarse la gente sobre sus propias emociones?


    ¿Puedo estar triste, y no saberlo? Claro que si.

     Todo el mundo tiene las mismas emociones: tristeza, alegría, ira...

   Y obviamente, tú no puedes estar triste y alegre al mismo tiempo, en la misma idea. Puedes estar alegre por sacar un 10 y triste porque se murió tu gato. Al tener dos emociones contrarias al mismo tiempo, nuestro cuerpo escoge la que cree que es más importante, y la pone encima de la otra, superponiendo las ideas. Por ello si tu cuerpo escoge la idea del gato muerto, estarás triste, pero en el fondo estarás alegre. Y sabes porque estás alegre, porque tienes ese sentimiento de alegría en tu interior. La cuestión es que cuando muchas cosas pasan al mismo tiempo, o tienes ideas, que simplemente quieres olvidar, tienes un conjunto de sentimientos, y al no poder representarlos todos al mismo tiempo, o no querer hacerlo, se guardan en tu interior. Y tú, puede que te olvides de ellos, pero esos sentimientos siguen ahí debajo y, tarde o temprano, salen a la luz con más fuerza que antes. Por ello, los psicólogos intentan sacar esas ideas de la gente antes de que sea demasiado tarde. Escarban en sus mentes como un niño pequeño en la tierra en busca de lombrices. Y al encontrar una, la sacan. Por ello mucha gente al ir al psicólogo acaba llorando o cosas así. O sin ir al psicólogo, todos o casi todos somos testigos, de como nosotros o alguien cercano se enrojece de ira, sin saber bien porque. Eso es que una idea, que ha quedado mucho tiempo encerrada, se habré paso más fuerte que nunca. 

 

           Para entenderlo mejor, imaginemos que los sentimientos son colores, y que cada sentimiento comparte color con su opuesto , por ejemplo (el rojo: alegre y triste) cuanto más
blanco pongamos al color, más alegres nos sentimos, y cuando más negro le añadimos más triste estamos. Si el color es normal, sin negro ni blanco, nos es indiferente. La cuestión es que la vida es un cuadro en blanco, está dibujado pero no pintado. Ese cuadro nos trae ciertos sentimientos, unos más intensos que otros, unos más oscuros y otros más claros. Entonces, nosotros, tenemos que pintar el cuadro con nuestros sentimientos. Y lo pintamos, la cuestión es que los colores que pones en los contornos más importantes del
cuadro son los que más nos gustan o nos impactan. Y los que no nos gustan o queremos olvidar, los ponemos en pequeños detalles. Entonces cuando acabamos de pintar el cuadro, y creemos que nos ha quedado tan bien como el de arriba o mejor, contemplamos nuestra obra. Y en lo que más nos fijamos, son el los dibujos más importantes del cuadro, de los detalles pasamos un poco. 

    Entonces a la pregunta de antes: ¿Puede equivocarse la gente sobre sus propias emociones? Si, porque solo vemos lo que más nos interesa, no nos fijamos en los detalles, pese que estemos tristes o llenos de odio, no queremos verlo, la mayoría de veces, entonces podemos llegar a pensar que somos los más felices del mundo, aunque en el fondo no lo seamos, eso quiere decir, que sí que nos poder equivocar con nuestras emociones.

    

       André García Gómez


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